miércoles, 6 de diciembre de 2017

DE PUENTE, DISFRUTANDO DE CÓRDOBA Y DE ENTRE OLIVOS.




Se puede ir uno de puente a cualquier destino del mundo... incluyendo tu propia ciudad. Eso es lo que hemos hecho un grupo de amigos, pasear por nuestra ciudad o por aquella que nos acogió en nuestra época de estudiantes: Córdoba. Buena idea. 
Pasear por Córdoba, Ciudad Patrimonio de la Humanidad es una gozada, eso sí, si no fuera por la acción de esas personas incívicas que no recogen los excrementos de sus mascotas. Indecente.
Bueno, reitero, pasear por Córdoba es una gozada, máxime cuando tenemos entrada gratis a los monumentos. Ahí si hay diferencia: el cordobés de la capital puede entrar, por la ordenanza 411, a los museos municipales, pero el de la provincia no. La ordenanza 411 habla de "Córdoba", la capital, no de la provincia. Es curioso, nos quejamos de la Iglesia y cualquier persona, desde Belalcázar a Iznájar, de Villa del Río a Palma del Río, puede entrar gratis al Conjunto Monumental Mezquita Catedral, y a todos los museos de la Junta de Andalucía.
Así que hoy, día de la Constitución, hemos paseado por ese libro que se lee con los pies y que es un museo al aire libre -abuso de esas expresiones, pero me encantan-. Comenzamos por el Conjunto Monumental Mezquita Catedral, limpio, restaurado, cuidado...probablemente por estar en las manos en las que está; continuamos por un paseo por su entorno, para llegar a la Sinagoga. Y terminamos en el excepcional, pero mutilado, Museo Arqueológico de Córdoba. A ver cuándo el gobierno central dedica dinero a arreglarlo: los dos o tres millones necesarios y no los 33.000 euros para mantener la fachada... es como escribiría Aute en su poemario, es una DESfachaTEZ. 




Paseo magnífico, lleno de gente. Lleno pero no desbordado. Nos quedó por ir a la Torre de la Calahorra y al Alcázar de los Reyes Cristianos, entre otros lugares. 
Para comer nos encontramos una nueva joya de la gastronomía cordobesa: Entre Olivos.
La ciudadanía cordobesa en muchas ocasiones rehúye de los restaurantes situados en torno a la judería: son lugares de "guiris", pensaba yo hace tiempo. Hace tiempo, porque ya he observado la falsedad de esa afirmación. Hay lugares excepcionales, donde la calidad y el buen precio justifican su existencia. No son sitios donde se estafa a los guiris. Al contrario, la calidad van en relación con su magnífico emplazamiento y condiciones del establecimiento. El desaparecido bañista, el Marídame, el Garum, el Maqsura... y hemos descubierto otro espacio: Entre Olivos



Pasábamos por allí, para desayunar -comprando jeringos y churros del lugar de enfrente, en la calle Cardenal González -¡ay qué bien vino el dinero de la Unión Europea para recuperar este espacio!, y descubrimos Entre Olivos. Además, incluido en la carta del Tenedor. Una comida excelsa, en un espacio magnífico, con un trato excelente -gracias, Álvaro-, a un precio más que competitivo. 






Recomendable, especialmente si se reserva desde El Tenedor -que no cobro comisión, sino que se tiene un 30% de descuento-... Como diría Enrique IV de Borbón: Entre Olivos bien vale una comida.
Eso sí, como las personas invitadas a la visita eran de Bujalance, se preguntaban: ¿y por qué hay que quitar el nombre de las calles a los hermanos Arévalo, bujalanceños? Algunas veces, y algunas personas abusan de la memoria histórica. Y lo peor, que han vivido -mi padre diría "como marajás"- de ese tema tan serio y tan delicado. Cuánto listillo se ha forrado con el tema, con cargo de alta dirección... Bueno, pues nada, mis invitados pensaban que lo de los hermanos Arévalo sería porque eran malos poetas, o porque no eran de la capital... Y conviene recordar que los Cruz Conde fueron visionarios en el futuro turístico cordobés: ya sea José o Antonio. Y que muchos de los colaboradores con el franquismo, más tarde se arrepintieron; o no compartieron el cariz que estaba tomando la dictadura franquista. 
LA LARGA DÉCADA PRODIGIOSA DE ANTONIO CRUZ CONDE QUE CAMBIÓ CÓRDOBA, por Antonio Varo en ABC
Conviene recordar que hay centenares de miles de personas en las cunetas, republicanas, comunistas, anarquistas y otras. Y no todas llevadas allí por el mismo bando. El fascismo arrasó... pero sigo pensando que el bando franquista ganó, entre otras razones, por la intestina guerra del bando legítimo republicano. Pero eso parece que no se puede decir, o que es políticamente incorrecto.
No obstante, vuelvo a decir: ¡feliz día de la Constitución!

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