miércoles, 15 de enero de 2020

PROBABLEMENTE, MI ÚLTIMA ENTRADA

Ya hace tiempo que no incluyo entradas. Por cansancio, por comodidad, por hastío. Agotado,  no sé si física o mentalmente; cansado. 
Olga Alba me ha realizado una entrevista incluida en el "Córdoba". Probablemente yo haya tenido la suerte de ser de las pocas personas a las que se les reconoce su trabajo. Centenares, miles de compañeros y compañeras no lo han conseguido. 
Esa entrevista, por espacio, no estaba completa; tuvo que ser recortada. 
Ahora, incluyo el texto completo...


La entrevista en el suplemento del Diario Córdoba

-"Cuéntame cómo nace este proyecto para sacar a la luz las murallas de Córdoba.
Hace cuatro años, en el curso académico 2016-2017 volví al IES Rafael de la Hoz, del que fui el primer director cuando Araceli Carrillo, delegada de Educación me nombró para montar ese nuevo centro -llamado en su momento el IES Nuevo Condesa-. En teoría me quedaban cuatro años para jubilarme, y decidí volver al instituto, desde el IES Blas Infante, para realizar un proyecto con un alumnado al que pudiera impartir docencia desde primero a cuarto, siguiendo un modelo de trabajo distinto al tradicional: marginar los exámenes y dedicarme a realizar retos y proyectos con esos discentes.

Curiosamente, salvo en el pasado curso, que trabajé con dos alumnos de altas capacidades, con ese alumnado no he trabajado la muralla. Lo hemos hecho sobre el Guadalquivir, la Córdoba romana y musulmana en 1º; un proyecto por retos para explicar el museo Lázaro Galdiano de Madrid, el 18 de mayo, día internacional de los museos -2º-; en relación con la figura de San Juan de Ávila (3º y 4º, dentro del programa “Vitis Dei”).

Estando con otro grupo en el 2016-17, en concreto con PMAR de 3º, buscamos un par de temas de trabajo. Uno de ellos fue elaborar parte de un inventario de elementos de nuestro barrio, la Axerquía, que fue finalista en el concurso “Conoce el patrimonio de tu barrio”, organizado en aquel momento por el INSTITUTO ANDALUZ DE PATRIMONIO HISTÓRICO. En ese momento, uno de los alumnos de PMAR, Dani, comentó que tenía en su casa una serie de carteles sobre las murallas (en concreto sobre una de las escuelas taller que se desarrollaron por parte del Ayuntamiento). Las trajo al instituto y, cuando mi director, Paco García Rueda, las vio, me propuso llevar a cabo un trabajo de investigación y de puesta en valor de las mismas. El objetivo era realizar, a final de curso, un día de exposición de los carteles y una visita guiada reivindicando la importancia de ese elemento patrimonial tan importante.

Comencé a trabajar con el alumnado de PMAR y preparamos un vídeo breve, que presentamos en la “fiesta de la Historia” (enero de 2017). Además, comenzamos a grabar a personas que tuvieran cierta relación con la muralla, como Miguel Calvillo, asesor del Centro de Profesorado, y de Elisa, su directora.

Desgraciadamente Paco García se dio de baja al detectársele un cáncer de páncreas. Nunca más se incorporó al centro. Ese duro golpe nos paralizó e hizo que se retrasara el trabajo, durante ese curso y al comienzo del siguiente.

En el pasado curso, con Adriano Lozupone y Miguel García, alumnado de altas capacidades, seguí preparando el proyecto en una hora de trabajo semanal. Llegamos a grabar vídeos y pusimos, en algunos de los tramos de la muralla, un pequeño cartel comentando qué era y el proyecto en honor a Paco García. El objetivo sería el finalizar el proyecto. En el pasado curso, a raíz de los carteles, conocí a Victoria Fernández de Molina, gestora cultural que se está convirtiendo en la coordinadora del mismo. Sería imposible llevar a cabo el mismo si no es por el trabajo profesional de Victoria. Ya no es un simple proyecto de centro, sino que debe llegar a toda la ciudadanía cordobesa, reivindicando la importancia y puesta en valor de las murallas, un referente patrimonial del patrimonio cordobés.


-¿Cómo colaboran los alumnos? ¿Van rotando por cursos?

Sí, han ido rotando, como resalté antes, distinto alumnado. El tema de las murallas lo abordé en principio con alumnado de 3º de PMAR; a continuación con dos alumnos de altas capacidades, y he vuelto a trabajar, en el presente curso, con alumnado de 3º de PMAR. Todo integrado en el grupo “patrimonio Z”, nombre que ha sustituido a los primeros “patrimonitos”, o a los posteriores “jóvenes embajadores por el/del patrimonio”.

-¿En qué punto del recorrido se encuentra el proyecto en estos momentos?

En este momento está, realmente, en manos de Victoria en la parte principal; y, con mi alumnado de 3º de PMAR, estamos procediendo a elaborar un pequeño texto que sirva como documento para explicar la importancia de las murallas en nuestra ciudad, desde su génesis hasta el momento actual. No obstante, con la ilusión y ganas de trabajar de Victoria, y con el necesario apoyo de las instituciones, públicas y privadas cordobesas, deseo que se pueda culminar el mismo y se le pueda hacer un homenaje a Paco García Rueda, un profesor y director que, a pesar del poco tiempo que estuvo entre nuestra comunidad educativa, dejó una huella imborrable en ella.

-¿Lo concebís como un proyecto que llega para quedarse en la ciudad? ¿Qué proyección queréis para él?
Es fundamental, no es algo efímero. Las murallas, en la actualidad, se restauran y se vuelven a abandonar. El trabajo realizado en el Marrubial es magnífico, pero la mayoría de la población sabe que son unas murallas, pero poco más. No saben la importancia que tienen. Desgraciadamente, algunos tramos, y pongo como ejemplo el emplazado junto a nuestro instituto, coyunturalmente se convierte en un estercolero. La llamada “muralla de Salesianos” -porque estuvo dentro del colegio antes de llevar a cabo esa operación urbanística-, es un lugar cercado que sirve como lugar de deposiciones de perros, o para que jueguen los niños quitando piedras. Si se supiera que los lienzos de muralla tienen entre uno y dos milenios, y estuviera en otros países como Estados Unidos de Norteamérica, se podrían en valor y serían el centro de referencia de la ciudad. Las murallas son uno de los hitos que modelan y configuran el paisaje urbano de una ciudad; en ocasiones, como en Lugo, Ávila entre otros, porque delimitan el centro histórico, y, en el caso de Córdoba, son testigo de la evolución urbanística de nuestra ciudad, de sus ensanches…

-Cuando esté terminado y se presente será Casi un homenaje para ti teniendo en cuenta que en octubre te jubilas, ¿no?
No, nunca. Tuve la suerte de recibir un gran homenaje en diciembre de 2015 cuando el Ayuntamiento de Córdoba me concedió el Premio Hernán Ruiz, a la Conservación, Restauración y Difusión del Patrimonio Material e Inmaterial, por “la difusión del patrimonio de la ciudad entre los jóvenes”. Y, probablemente, no se termine, y seguirá avanzando el trabajo gracias a mis dos grandes compañeros de departamento, José Luis Moreno, y Alicia Ruiz Gallegos Mas.

El homenaje al profesorado está en el recuerdo que de ellos conserva el alumnado. Eso sí que es importante.

-Tenemos un patrimonio histórico y cultural que no nos acabamos de creer y que, es más, casi ni conocemos. ¿Qué mensaje lanzarías a la población, a la ciudadanía cordobesa, en especial a los más jóvenes?

Mi planteamiento ha sido muy básico: “sembrar para recoger”. Si conviertes al alumnado en protagonista de la difusión y conservación del patrimonio, cuando lleguen a la edad adulta, como ciudadanos o teniendo responsabilidades en cargos públicos, seguro que lo protegerán y no serán copartícipes de los habituales desmanes cometidos con el mismo.

Nos molesta el turismo patrimonial, en ocasiones, por la masificación. Sin embargo, conviene recordar que más del 12% del PIB local proviene del mismo. Córdoba se está convirtiendo en un desierto industrial, y vivimos, en gran parte del turismo. Eso sí, como recoge ese gran profesional, tu compañero Juan M(artínez) Niza, debemos tener cuidado porque se puede “morir de éxito”.

Paco por mi parte nada más. Si quiere incluir cualquier cuestión que creas relevante siéntete libre de hacerlo.
Animar a las instituciones para que protejan, de verdad, el patrimonio. Y, mejor, si se hace convirtiendo en protagonista a la ciudadanía en general, y en especial al alumnado. Desgraciadamente han desaparecido proyectos como “Conocer las ciudades patrimonio” o “aula de patrimonio”, que no solo permitían investigar sobre nuestro patrimonio, sino observar el de otras ciudades patrimonio de la Humanidad.

Y, desde aquí resaltar el trabajo de profesionales y políticos que sí se vincularon con nuestro proyecto y con la difusión del mismo entre la juventud.: Paco Tejada, Pedro García y Rafael Jaén -porque esto no va con siglas políticas, sino con personas-, como concejales; y Rafael Pérez de la Concha, Mercedes Ruiz Pérez y Piedad Aroca como funcionariado municipal. Y, cómo no, a mis compañeros Alicia, José Luis y Alfonso Leña; o a Enrique Santos, ahora en el IES Santa Catalina de Siena; a Pedro Santos, a Alfonso Ágreda y a Rocío Lucena, que continúan en el IES Blas Infante; o a Nacho Galán, antiguo alumno y ahora profesor del IES Góngora; a Ana Moreno, ahora inspectora; o, finalmente, a Manolo Toribio y Curra Muñoz, ya disfrutando de su jubilación. Para estas personas sí que es mi homenaje"





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