sábado, 16 de diciembre de 2017

17 de diciembre, aniversario de Córdoba como Ciudad Patrimonio de la Humanidad





Hace dos años, tal día como hoy, recibí un galardón inesperado: el premio Hernán Ruiz. Era el tercer año, pues antes la marquesa del Mérito -por la rehabilitación del monasterio de San Jerónimo de Valparaíso-, y la Fundación Cajasur -por los patios de Viana-, me habían antecedido.
Recuerdo, cómo no, la celebración del acto. Hicimos la visita con el alumnado, recordando ese año de 2014-cuando se cumplía el vigésimo aniversario- donde conseguimos movilizar, durante tres días, a centenares de alumnos y alumnas para dar vida a un proyecto vivo, rememorando cuando en 1994 Córdoba consiguió entrar en el reducido grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Hoy, 17 de diciembre de 2017, es un día más. Parece que la celebración ha quedado olvidada; una pena. 
Una pena porque deberíamos sentir orgullo por vivir en esta maravilla de ciudad, donde nuestra memoria histórica nos recuerda que hemos sido un crisol de culturas o, como lo define Antonio Gala, una esponja capaz de absorber fluidos maravillosos que han  conformado un entramado único. Sí, debemos sentir orgullo de ser cordobeses.
Orgulloso estoy de Carmen Cerezo -la casa de Tomasa-; de Raquel Jurado -Escuela de Arte Dramático-; de Enrique Santos -mi compañero en el IES Blas Infante de aquellos tiempos, hoy el el IES Santa Catalina de Siena-; de José María Tejero, desde el área de Educación del Ayuntamiento de Córdoba; de Ana Ruiz y todo el grupo de Arqueología somos todos; de Manolo Toribio, en aquel momento en el IES Santa Catalina de Siena y hoy en el IES Luis de Góngora; de Raquel Villalba, compañera nuevamente en el IES Rafael de la Hoz; de Ana Moreno, inspectora de Educación... y, como no, de Rafael Pérez de la Concha, todavía jefe de la Unidad de Turismo y Patrimonio de la Humanidad del Ayuntamiento de Córdoba, y de Piedad Aroca, en aquel momento jefa de la oficina de difusión del casco histórico. Y de todo el alumnado que participó de manera activa -como guía o como oyente- en las actividades. Yo fui a quien correspondió el galardón, inmerecido, de ser, como dice mi compañero Enrique, Hernán Ruiz tercero. 
Sin embargo hoy esto apesadumbrado, hastiado. Toda la buena voluntad que pusimos para mantener viva la llama del patrimonio parece que se apaga. No interesa. Es inconcebible la poca importancia que se da a lo más importante de nuestra ciudad, a nuestra cultura, a nuestra memoria. Ningún acto en su honor, y, menos aún, el seguir concediendo el premio Hernán Ruiz. Espero no ser yo el culpable de la interrupción, aunque muchas veces me veo como responsable, por no haberlo merecido. 
Bueno, ni dan el premio ni se recuerda. Dedicamos años a participar, brazo sobre brazo, en el recuerdo del 17 de diciembre de 1994. De manera voluntaria, sin percibir ni un céntimo, movíamos centenares de alumnos y alumnas y recordábamos ese galardón que volvía a poner a una Córdoba centenaria en la Historia. 
Ahora, que se lucha por otro título patrimonial -el de Medina Azahara, junto a nuestra parte alícuota de flamenco, dieta mediterránea y el total de patios-, se olvida la fecha.
Si revisamos la prensa cordobesa el sin vivir de algunos es cambiar la denominación de las calles. El desgarro de una incivil Guerra Civil es evidente, y las heridas abiertas aún son manifiestas, pero hay alguna gente que vive de esa Memoria Histórica. Y no lo digo porque tenga en su corazón ese tema, sino en su bolsillo.  Pues sí, Córdoba ahora no recuerda el 17 de diciembre de 1994 -como no ha celebrado el 717 (cuando Córdoba se convirtió en capital de al Andalus), también importante-. Una pena.
Uno, al que le quedan, espero, poco más de dos años para la jubilación, llega a cansarse. Cansado estoy de dedicar horas y horas, días y días, para divulgar el patrimonio entre el alumnado, futuro responsable de nuestra gobernanza. Seguro que mejorará lo presente. Estoy a punto de arrojar la toalla, es difícil. Supongo que no tengo a mi lado a mi llorado Paco García, y eso se nota. No quiero convertir este triste artículo en un lamento mayor, y lo podría hacer, pues me estoy dando cuenta de que los Patrimonitos -o Patrimonit@s- han sido, y son, un instrumento con el que se juega. Hemos intentado contribuir a la candidatura de Medina Azahara y... hasta que interese, no se nos ha hecho caso. Desde luego yo, como coordinador del proyecto, ya he renunciado a este apartado.
Reitero, no quiero que sea más triste de lo triste que es la entrada. Una pena, una vergüenza. Vuelvo a decir: tenemos lo que nos merecemos. Bueno, lo que nos merecemos no, porque hay una lista enorme de personas físicas y jurídicas merecedoras del cuarto título Hernán Ruiz. Gente que trabaja por Córdoba, por su Historia, por su futuro... Lo dicho, una pena; una vergüenza.









miércoles, 6 de diciembre de 2017

DE PUENTE, DISFRUTANDO DE CÓRDOBA Y DE ENTRE OLIVOS.




Se puede ir uno de puente a cualquier destino del mundo... incluyendo tu propia ciudad. Eso es lo que hemos hecho un grupo de amigos, pasear por nuestra ciudad o por aquella que nos acogió en nuestra época de estudiantes: Córdoba. Buena idea. 
Pasear por Córdoba, Ciudad Patrimonio de la Humanidad es una gozada, eso sí, si no fuera por la acción de esas personas incívicas que no recogen los excrementos de sus mascotas. Indecente.
Bueno, reitero, pasear por Córdoba es una gozada, máxime cuando tenemos entrada gratis a los monumentos. Ahí si hay diferencia: el cordobés de la capital puede entrar, por la ordenanza 411, a los museos municipales, pero el de la provincia no. La ordenanza 411 habla de "Córdoba", la capital, no de la provincia. Es curioso, nos quejamos de la Iglesia y cualquier persona, desde Belalcázar a Iznájar, de Villa del Río a Palma del Río, puede entrar gratis al Conjunto Monumental Mezquita Catedral, y a todos los museos de la Junta de Andalucía.
Así que hoy, día de la Constitución, hemos paseado por ese libro que se lee con los pies y que es un museo al aire libre -abuso de esas expresiones, pero me encantan-. Comenzamos por el Conjunto Monumental Mezquita Catedral, limpio, restaurado, cuidado...probablemente por estar en las manos en las que está; continuamos por un paseo por su entorno, para llegar a la Sinagoga. Y terminamos en el excepcional, pero mutilado, Museo Arqueológico de Córdoba. A ver cuándo el gobierno central dedica dinero a arreglarlo: los dos o tres millones necesarios y no los 33.000 euros para mantener la fachada... es como escribiría Aute en su poemario, es una DESfachaTEZ. 




Paseo magnífico, lleno de gente. Lleno pero no desbordado. Nos quedó por ir a la Torre de la Calahorra y al Alcázar de los Reyes Cristianos, entre otros lugares. 
Para comer nos encontramos una nueva joya de la gastronomía cordobesa: Entre Olivos.
La ciudadanía cordobesa en muchas ocasiones rehúye de los restaurantes situados en torno a la judería: son lugares de "guiris", pensaba yo hace tiempo. Hace tiempo, porque ya he observado la falsedad de esa afirmación. Hay lugares excepcionales, donde la calidad y el buen precio justifican su existencia. No son sitios donde se estafa a los guiris. Al contrario, la calidad van en relación con su magnífico emplazamiento y condiciones del establecimiento. El desaparecido bañista, el Marídame, el Garum, el Maqsura... y hemos descubierto otro espacio: Entre Olivos



Pasábamos por allí, para desayunar -comprando jeringos y churros del lugar de enfrente, en la calle Cardenal González -¡ay qué bien vino el dinero de la Unión Europea para recuperar este espacio!, y descubrimos Entre Olivos. Además, incluido en la carta del Tenedor. Una comida excelsa, en un espacio magnífico, con un trato excelente -gracias, Álvaro-, a un precio más que competitivo. 






Recomendable, especialmente si se reserva desde El Tenedor -que no cobro comisión, sino que se tiene un 30% de descuento-... Como diría Enrique IV de Borbón: Entre Olivos bien vale una comida.
Eso sí, como las personas invitadas a la visita eran de Bujalance, se preguntaban: ¿y por qué hay que quitar el nombre de las calles a los hermanos Arévalo, bujalanceños? Algunas veces, y algunas personas abusan de la memoria histórica. Y lo peor, que han vivido -mi padre diría "como marajás"- de ese tema tan serio y tan delicado. Cuánto listillo se ha forrado con el tema, con cargo de alta dirección... Bueno, pues nada, mis invitados pensaban que lo de los hermanos Arévalo sería porque eran malos poetas, o porque no eran de la capital... Y conviene recordar que los Cruz Conde fueron visionarios en el futuro turístico cordobés: ya sea José o Antonio. Y que muchos de los colaboradores con el franquismo, más tarde se arrepintieron; o no compartieron el cariz que estaba tomando la dictadura franquista. 
LA LARGA DÉCADA PRODIGIOSA DE ANTONIO CRUZ CONDE QUE CAMBIÓ CÓRDOBA, por Antonio Varo en ABC
Conviene recordar que hay centenares de miles de personas en las cunetas, republicanas, comunistas, anarquistas y otras. Y no todas llevadas allí por el mismo bando. El fascismo arrasó... pero sigo pensando que el bando franquista ganó, entre otras razones, por la intestina guerra del bando legítimo republicano. Pero eso parece que no se puede decir, o que es políticamente incorrecto.
No obstante, vuelvo a decir: ¡feliz día de la Constitución!

viernes, 1 de diciembre de 2017

PREPARANDO EL DÍA DE LA CONSTITUCIÓN CON EL ALUMNADO, Y VIENDO CÓMO SE RECOGEN ALIMENTOS PARA NECESITADOS.

Mi alumnado no lo entiende. Este año  hemos dedicado la preparación del día de la Constitución al conocido artículo 155. Yo ya había comentado con mi alumnado de 4º, a comienzos de curso, el último tema de la programación pero al que nunca se llega: desde el franquismo hasta el 1 de octubre de 2017. Ahí ya se llegó a la conclusión de que, un juego aprobado por la mayoría del pueblo español  para ser modificado -incluyendo a Cataluña, con dos representantes del pueblo catalán entre los siete padres de la Constitución, el apreciado Jordi Solé Tura, y el mediático Miquel Roca-, debería hacerlo el pueblo español en conjunto. Hay que llegar al artículo donde se recoge que debe ser aprobado por los dos tercios del legislativo correspondiente, disolver las cámaras y una nueva votación de dos tercios y, finalmente, el referéndum  entre el pueblo español. Sí, nuestra Constitución es rígida, cuesta mucho trabajo modificarla. Pero se podría modificar.
Mi alumnado no lo entiende. ¿Qué  no entiende? Pues no entiende que haya artículos donde se recogen los derechos de segunda generación, como derecho al trabajo, a una vivienda digna, a la protección social... y sin embargo se incumplen. Y también se incumplen los de tercera generación... Y nadie va a la cárcel por incumplirlos. Es la utilización del embudo. 
Mi alumnado no lo entiende. No entiende que a la oligarquía financiera/política (y no continúo con "corrupta", pero que lo es) se ha salvado con el pago de 42.000 millones de euros procedentes de la ciudadanía; es decir 1.000 euros por habitante de esta piel de toro.
Mi alumnado no lo entiende. No entiende que se siga dejando a la gente en la calle; a niños y niñas sin posibilidad de jugar, de tener una vivienda digna... y un trabajo a sus padres.
Mi alumnado no lo entiende. No  entiende que se meta en la cárcel a personas por deudas o por episodios de pequeño nivel y que a otras personas, que han robado miles de millones de los españolitos de a pie, estén en la calle o hayan sido indultadas, por personas que, como dirían los latinos "do ut des".
Mi alumnado no lo entiende. No entiende que se deban hacer recolectas solidarias cuando son los poderes públicos quien debe atender a la ciudadanía, cubriendo los derechos de segunda y tercera generación -incluyendo a la inmigración-. Que cantidad de voluntariado del Banco de Alimentos o de Cáritas se dedique a la beneficencia sustituyendo la obligación de los poderes públicos.
Mi alumnado sí lo entiende. Es gente joven pero no imbécil. Los poderes públicos se dedican a proteger al rico y no al pobre. Para atender al pobre está la beneficencia. Parece que se ha avanzado poco desde hace siglos. Es indecente que siga habiendo gente sin vivienda, sin trabajo, sin juguetes.
Mi alumnado lo entiende: ¿quién es el culpable de esa situación? Y te responde, apesadumbrado...
¡FELIZ DÍA DE LA CONSTITUCIÓN!