domingo, 15 de diciembre de 2013

SANTIAGO NAVAJAS, profesor de Filosofía de nuestro centro: "Wert nos quiere idiotas"

Excelente artículo, intelectualmente superlativo, y clarificador, lo publicado por nuestro compañero Santiago Navajas en "libertad digital" (en los enlaces aparece su blog). Pocas veces incluyo opiniones, pero, en esto de la formación y ahora que nuestro centro está padeciendo el poco lógico -para no decir imbécil- proceso inquisitorial llevado a cabo por la Administración educativa- (sigue siendo prioritario el rellenar papeles y colocar bien la póliza que dedicarle más tiempo al alumnado, por lo que no hemos cambiado nada del "Vuelva usted mañana" de Larra, aunque esperemos no acabar como él), es conveniente atender a las personas que deberían haber realizado las reformas: intelectualmente brillantes, que llevan "fajándose" con el alumnado varios lustros, y  que son adorados como un referente por los discentes-y lo sé por experiencia familiar propia, ya que mi hijo fue su alumno-.
Y lo incluyo aquí porque hace falta gente crítica, bien formada, para evitar que en el futuro nuestro patrimonio heredado se pueda perder, pues hay que tener una buena base moral para evitar la caída en las corruptelas que inundan la llamada "clase política" (ya no hay división por nacimiento o por dinero...).
Incluyo el final de su artículo:



" Es sintomático, en este sentido, que, mientras un subsistema educativo español que muestra éxito internacional y está enfocado al mundo práctico-empresarial, las escuelas de negocios privadas y enfocadas al afán de lucro, abren sus puertas a la filosofía, el ministro Wert la haya expulsado de las aulas públicas eliminando en secundaria la obligatoriedad de la Historia de la Filosofía, la Ética y la Educación para la Ciudadanía.
Parafraseando a Gomá, podríamos decir que Wert pone demasiado énfasis en fabricar idiotas en lugar de formar ciudadanos. En la antigua Grecia podías ser un politikós o un idiotikós. Lo primero,ciudadano podríamos traducir, si te ocupabas de los asuntos públicos, y un simple idiota si eras alguien dedicado exclusivamente a sus problemas privados. Ser un aristócrata no significaba ser de sangre noble sino llegar a ser el mejor, es decir, haber desarrollado unas competencias adecuadas tanto para los asuntos privados como aquellos, más elevados, que tienen relación con la esfera pública y lo que nos concierne a todos. Sin embargo, el proyecto educativo del Partido Popular es utilitarista, cortoplacista y romo. Preocupado en domesticar en lugar de en educar. Si la Logse fue un fracaso de la demagogia pedagógica socialista, la Lomce será un fiasco del reduccionismo economicista conservador. Y las dos Españas seguirán enfrentadas desde sus dogmas educativos, tan supersticiosos como perjudiciales".